Aunque parezca mentira, en un portátil se acumula una cantidad considerable de suciedad, desde las huellas que se marcan en las pantallas, las migas que se pueden caer al teclado o el polvo y pelos que sin querer recoge el ventilador. Lo peor de todo es que esto puede ser motivo de fallo del equipo, por ejemplo, un portátil con el ventilador sucio se calienta bastante más que uno que lo tenga limpio. En esta entrada se van a mostrar unos cuantos trucos para la limpieza del portátil y dejarlo inmaculado, desde las partes más importantes como pueden ser el ventilador y el cambio de la pasta térmica, hasta la limpieza de la pantalla o del teclado.
Cambiar la pasta térmica del procesador del portátil
La pasta térmica es el componente que permite que se realice un buen contacto entre el disipador y el procesador, mejorando así la refrigeración de este. Normalmente, los fabricantes de portátiles utilizan pegatinas térmicas para esta función, mucho más fáciles de colocar pero con un resultado final peor ya que con el tiempo pierden su capacidad de transferencia. Lo mejor, habiéndose cumplido el periodo de garantía, abrir la tapa correspondiente del portátil, limpiar el disipador, procesador y ventilador con un cepillo, aire comprimido o un paño y colocar una poco de pasta térmica (esta mismo) tal como se puede ver en el siguiente vídeo: